jueves, 2 de mayo de 2013

las manos, las piedras y la luna

Que querés que te diga.
Yo puedo ver la belleza en la piedras de la costa.
No me divierte que me pases a buscar en un auto todo nuevo.
Porque me siento muy encerrada y en las curvas si vas muy rápido me dan ganas de vomitar.
No de vomitar cualquier cosa, de vomitas flores.
Y así tal vez nos reímos un poco de esta situación tan rara.

Si me das un beso te pago un helado.
La heladería queda a pasos de casa.
Pasos en donde somos como siete y todo nos da risa.
Me acuerdo que cuando era chica íbamos, a la noche
y era nuestro mejor paseo.
Nos sentábamos en un escalón, en las noches de verano y pensábamos.
Hablábamos de cosas que nos parecían importantes
como: a qué jugar.

En el sur hay una luna gigante que te cuida.
Si sos chico, no te das cuenta de cuánta es la belleza
y de la suerte de estar debajo de esa luz.

Si me das un beso te llevo a pasear en bicicleta,
hay un camino que lleva a ver el sol cuando se va a dormir.

Es mentira que las personas crecen,
lo que pasa es que se asustan
y empiezan a hacer las cosas que hacen todos.
 
Si me das la mano te enseño a mirar las piedras,
a caminar la noche
y dejar que te cuide la luna.

lunes, 28 de enero de 2013

Mi Encuentro



Volvía caminando del trabajo. Deben hacer 38 grados en Buenos Aires.
Por Beruti y Bulnes, veo en la esquina un pibe tirado, al lado de él un ramo de flores marchitas, una botella de cerveza vacía y una lata de poxi, amarilla, cerrando la foto.
La gente pasaba por al lado como si la escena fuera parte del paisaje.

Últimamente a mi esas cosas me pasan cada vez menos desapercibidas, contrario a a la idea de que las ciudades grandes endurecen el corazón, yo estoy cada día más sensible. Por lo que frené, lo miré, tenía la cara llena de cicatrices y no supe distinguir si estaba durmiendo o muerto. La verdad es que no lo sabía.

Curiosamente veo que atrás mío llega otro hombre, el único que se detuvo además de mi. 
Se le acerca, lo mira fijo a la cara y me mira a mi, que estaba parada a un metro de la situación, todavía pensando qué podía hacer.
Se podrá hacer algo? Le digo.
Se me acerca caminando despacio con una mochila y las manos llenas de pulseras tejidas: - Es el Yoni, me dice.
A esta altura ya no hay nada para hacer.
- Vos sos de la iglesia? Me pregunta
Yo: No, no creo en nada.
El: Sabés que yo siempre pregunto eso, me pregunto cómo la gente puede creer en algo que no sabe si está.
Yo: Si, la verdad es que yo también me lo pregunto.
El me dice con verguenza: Yo también duermo como él.    
Yo, volviendo a su amigo: Y no se puede hacer algo?
El: Y mirá, si por ahí te pide plata y le das...para la droga, todo para la droga.
Yo: Sabés que me pega mal y me parece increíble, como la gente pasa por al lado sin hacer nada, sin mirar...
El: A veces te patean y se enojan, como si uno tuviera la culpa.
Yo: Si que se yo...la gente está muy loca.
El: lo que los está matando a estos pibes es la base...yo tomo alcohol, fumo porro, pero lo que los mata a estos pibes es la base.
Yo: Está bien.
Le digo y le sonrío.

En ningún momento dejamos de mirarnos a los ojos, los suyos chiquitos y marcados con cicatrices todo alrededor, los míos no se, no puedo mirar mis ojos, pero estoy segura que estaban grandes, como cuando le presto mucha atención a algo.

El: Yo fumo porro, cuatro por día. Otros fuman dos atados de cigarrillos, y te dicen cuando te los venden es perjudicial para la salud! entonces...quien es el adicto?
Yo: Es increíble, pero vos sabés que yo pienso exactamente lo mismo!. Me parece que se esta despertando...
El: Si, justo yo lo iba a despertar.
Yo: Bueno, me tengo que ir, que sigas bien y suerte con él...

El me estira la mano como para saludarme, yo no sabía si chocársela o qué. Veo que cierra el puño y me hace un saludo surfer, a lo que cierro el mío yo y los chocamos, ahí en la esquina de Bulnes y Beruti.
Yo tuve un encuentro que fue de ojos a ojos, de verdad.
Paré dos segundos en mi vida para ver cómo ayudar a alguien y el destino me ayudo a mi, regalándome un encuentro que me dejó un aprendizaje que voy a llevar siempre.

lunes, 30 de julio de 2012

lente de hermanas número cientotreintaytres


Puede volver a mirar
a través de aquella ventana:
Aquel al que no se le llenó
de pelusas el alma.
De grasa la sensibilidad.
De telarañas el asombro.
De decepción el corazón.
De verguenza las lágrimas.
De miedo el amor.
El que todavía está despierto,
que quiere volver a tropezar
puede volver a reír
está vivo,
lleno de contradicción.

Yo miraba las cosas pasar
con mi hermana.
Mi perra ladraba
y la gente le tenía miedo.
Nosotras pensábamos que estaba mal
y era tan divertido.
Saltaban como si estuvieran haciendo malo
y ella los descubriera.
No querían entrar a casa
y nosotras tampoco queríamos que entraran.
Traían su diferencia
y eso era un poco complicado.
Miramos mucho el mundo
a través de ese lugar.
Sin pensar que hoy
ibamos a amar tanto
y buscar por donde fuéramos
la libertad
a través de las ventanas
de todos los sitios que hacemos nuestros.


martes, 3 de abril de 2012

se porqué digo

Escribo cuando me duele,
no siempre cuando me gusta
en forma desordenada
porque no entiendo lo que pasa,
porque mi forma de ser es tan contrastante con el mundo
que de verdad
parezco ese cuadrado de juego de chicos
que nunca va a pasar por el agujero con forma de estrella.
Entonces me duele ser
o me molesta el mundo.
Porque de verdad es difícil ser
o por lo menos es difícil ser así.
No digo que si siempre,
me cuesta juzgar,
cuando me enojo me cuesta volver,
me enojo porque no entiendo
me pone mal
Hay una nena chiquita, que dice también
que algo que no entiende la pone mal,
me lo dijo ya dos veces,
llora porque ella tampoco entiende
y ojalá que nunca entienda eso que la pone tan triste
que no lo haga
que sea siempre ella,
y yo creo que la entiendo tanto
y ella me lee tan bien.
Nunca debería haber crecido,
porque no se ser grande.

miércoles, 27 de julio de 2011

el espejo


La libertad para algunos
no es sinónimo de felicidad,
ni siquiera representa
un camino hacia la misma
y la felicidad NO SON MOMENTOS,
horrible que alguien haya intentado
conformar así a tanta gente
ocultando su disconfromidad
con semejante estupidéz.

La felicidad es un todo, así existe
y esa felicidad de verdad
no es más que la libertad
en el momento de encuentro y fascinación
con uno mismo.
Se lleva adentro
hasta que se despierta,
es imparable, como un cáncer
invencible, como la naturaleza humana
fundamental al hombre
como la rueda a la civilización.
Y es gratis, pero se paga.

Se entrega uno todo
a la experiencia del encuentro
con el ser que siempre fuimos
y en algún momento olvidamos.
Se paga con el distanciamiento
de la estupidez
y se vive con la humildad
de haber entendido.
Se lleva con uno esa nueva concienca
que viene devuelta en el espejo
e inevitablemente, se sonríe.

ser, y tiempo


A esta altura todos tenemos
un amor que nos hizo doler,
espinas de esa experiencia.
El recuerdo de un perro al que extrañamos.
La nostalgia del frío.
El vacío irremediable del otro lado de la cama.
Complejos, asperezas, dolores y miedo.
Gracia, ingenuidad, alegría y esperanza.
Una tía sola.
Una abuela muerta.
Un amigo triste.
Una voz de la experiencia.
Un recuerdo acumulado.
La retrospectiva de uno mismo.
Un camino recorrido.
Un pedestal desde el que miramos.
Un animal que nos representa.
Un cajón con pasado.
Un lugar para llorar,
otro para reír,
y otro para imaginar que allí nos espera la felicidad.
Donde hacemos tiempo...
sin pensar que el tiempo no ES ni se hace,
se es EN EL TIEMPO
mientras esperamos que pasen las cosas.
Que las cosas pasen en el tiempo
en este, que ahora, es el único lugar.

lunes, 18 de abril de 2011

no se

Barbara Kruger, Untitled (Think twice), 1992
Barbara Kruger, untitled (You destroy what you think is diffrrence.) 1980

 Barbara Kruger, Belief + Doubt = Sanity, 2008



 
Me sorprendía tanto aún siendo parte mía,
cuando me vi desde afuera.
Pero tuve que volver corriendo
a escribirlo, a decirlo así
sacándomelo de encima
como un exorcismo,
porque supe que en algún punto
yo también
me había acostumbrado.

Buenos Aires Marzo 2011,

Se habían acostumbrado
ahí dentro y acá fuera
en los colectivos,en los individuales
a no mirarse a los ojos
a no dirijirse a las caras.

A mostrar y ver y querer
cada vez más los cuerpos
como se suponía que tenían que ser
y cada vez menos
el espíritu, lo que descansa detrás
lo que nos mueve,
o el alma?

Buenos Aires 2011. Gran contradicción,

Se habían acostumbrado
a no percibirse en la calle ni en las veredas
como si mirarse entre ellos los ofendiera,
les devolviera una energía
que no podían soportar,
un vínculo que por más breve que fuera
no sabían manejar.

Se habían resignado (y esto cada vez más),
a parecer en lugar de ser.

A hablar de tantas de cosas
que tenían con ellos nada que ver.

De sus trabajos,
que muy en el fondo odiaban.
De sus carreras,
cuyo sentido ignoraban.
De los hijos,
que no habían querido tener.
De las parejas,
que hace tanto querían perder.

De los miedos propios,
descansando en la crítica constante
de los errores
en los que
naturalmente,
incurrian los otros.

De "los otros"
que eran ellos mismos.

Protagonistas del discurso en el que rechazaban
su condición natural, olvidada
tras años de historia de verguenza de Ser Humanos,
por miedo a ser distintos a lo actual
tan estandarizado, tan lineal, tan nada.
Miedo a romper las prescripciones,
                                                      que es el miedo a ser.

Se habían acostrumbrado a tanto
que ya ni me acuerdo.
A tanto esperar recibir y tan poco dar.

A todo ver,
y de sentir ni hablar,
poco tocar y más pensar
llenos de tanta norma digerida
bajo el disfraz de novedad.

Me gustaría gritarles muy fuerte
que la poca memoria de ese pasado
que alguna vez fue vanguardia
hizo que cayeramos en el error de pensar
que estamos innovando,
cuando en realidad
estamos orbitando
en un ciclo de pasividad mesetaria
que nos mantiene
vivos
pero quietos,
seguros
pero estancos.

Que reiterar sin romper y ser lo que se dice que hay que ser
no es del todo cool
o si, PERDÓN SI.
Es demasiado cool,
es lo más cool
y entre tanto frío dudo
que algo nuevo tenga la posibilidad de nacer.

A todo esto que recuerdo
y estoy segura mucho más
de lo que pueda escribirse acá
y en todas las hojas que vayan a existir
y en todos los espacios que dejen decir,
se habían acostumbrado.

A transcurrir sin transgredir,
a ir sin experimentar,
a más de todo, de todos, de esto...
Yo no si está bien lo que sé
ni cuánto se,
Ni se quién soy cunado escribo
pero sé que que soy cuando escribo,
y entre más escribo esto más creo,
que cualquiera que esté leyendo
puede seguir haciéndolo solo, por mi.

Barbara Kruger, Untitled (Bleed us dry), 1987


Barbara Kruger, Untitled (Admit nothing blame everyone be bitter), 1988

Barbara Kruger, Untitled (Your moments of joy have the precision of military strategy.), 1980

Barbara Kruger, Untitled (You can't drag your money into the grave with you), 1988